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Hay muchas dudas en cuanto a la suplementación deportiva… ¿se consigue algo con ella, perjudica a nuestra salud o no conseguimos absolutamente nada con ella?

 

“Podemos definir la suplementación deportiva como aquellos productos que se añaden a la alimentación de un deportista con el fin de conseguir mejoras en su rendimiento”, explica doctor Vicente Campos, endocrinólogo de la Unidad de Obesidad del hospital Quirónsalud Valencia.

 

Es importante aclarar que, de entrada, sus beneficios o lo que se puede conseguir con ella depende totalmente del contexto de cada persona y de sus propias características. “Si tenemos una alimentación equilibrada y no somos deportistas de alta competición”, subraya el Dr. Campos, “en principio no tenemos ninguna necesidad de tomarlas.” Es decir, si una persona va al gimnasio una hora al día 4 o 5 veces a la semana, como norma general no va a necesitar ningún tipo de suplemento y lo que debe hacer es apostar por una dieta equilibrada y saludable: fruta, verduras, carbohidratos (muy importantes) y una cantidad adecuada de proteínas, repartida en varias ingestas a lo largo del día.

 

Sin embargo, algunos suplementos sí pueden venir bien y tener sentido en casos concretos y para ciertas personas. “En cualquier caso”, puntualiza, “hay que tomarlos siempre prescritos y supervisados por un especialista, consumir un producto inadecuado o en dosis inapropiadas, no sólo puede no producir los beneficios que esperamos, sino que pueden ser incluso perjudiciales para nuestra salud.”

 

Partiendo de la base de que son complementos y que lo fundamental es la dieta que siga el deportista, es cierto que deportes de alta intensidad, resistencia y larga duración donde la exigencia física es alta, es imprescindible tomar bebida deportiva mayoritariamente en forma de bebida isotónica para hidratarte. “Nos aportará energía en forma de hidratos de carbono y, sobre todo, nos ayudará a reponer los minerales que perdemos con el sudor, principalmente sodio.” En cuanto a los geles o las barritas deportivas, también son prácticos en deportes de larga duración y alta intensidad (maratón, ciclismo, triatlón etc), ya que nos aportan energía en forma de hidratos de carbono y no van a suponer una carga digestiva.

 

Otros suplementos destinados al aumento de masa muscular como la proteína en polvo, los bcaa’s, aminoácidos ramificados, leucina, isoleucina y valina o la creatina, es cierto que pueden ser de utilidad, pero no son imprescindibles y podemos obtenerlos a partir de una dieta adecuada. “Sin embargo”, explica el especialista, “sí es cierto que, si después de un entreno de fuerza hay que seguir entrenando sin opción de comer porque la digestión impediría continuar con el entreno, el batido puede ser una buena opción. Pero, insisto, se trata de casos muy específicos y aislados.”

 

Hay también suplementos como la cafeína, que estimula nuestro sistema nervioso central y nos puede ayudar en ejercicios de larga duración o en los que se sitúan en el 70-80% del VO2 máx pero hay que considerar sus posibles efectos secundarios, como nerviosismo, palpitaciones o taquicardias y tener mucho cuidado con las dosis.

 

En cuanto a las vitaminas y minerales, muchísima gente (no sólo deportistas) los toman sin ninguna supervisión médica pensando que les va a beneficiar, sin embargo, “un exceso de estos suplementos puede resultar perjudicial para nuestra salud y deben tomarse siempre bajo prescripción médica y ser supervisados, como, por ejemplo, en el caso de la suplementación con hierro”.

 

En definitiva, podemos afirmar que no hay ningún suplemento milagroso que actúe por sí mismo y que, en los casos particulares que puedan suponer un beneficio para nuestro rendimiento, deben ser prescritos, supervisados y evaluados por un especialista para que complementen lo indispensable: “una correcta práctica deportiva, una alimentación saludable y una correcta dosis de descanso”, concluye el Dr. Campos.

 

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