''Rafa ha demostrado ser un muy buen amigo''
"Rafa ha demostrado ser un muy buen amigo”. Poco después de conquistar el título en el BNP Paribas Open hace una década, las primeras palabras de agradecimiento de Marc López estaban destinadas a su compañero de dobles en el camino hacia el primer ATP Masters 1000 de su carrera. Así lo relata la web de ATPTour.com en un artículo publicado con motivo del aniversario del título cosechado hace diez años en Indian Wells.
Era el 20 de marzo de 2010, el mismo día que Rafael Nadal había cedido en semifinales en el cuadro individual tras un duro final en el tie-break del tercer set frente a Ivan Ljubicic 6-3, 4-6, 6-7[1]. Pero el manacorí se entregó en la final de dobles de Indian Wells junto al catalán, para acabar coronándose campeones.
Nadal dejó atrás el amargo sabor de una despedida a cara o cruz, donde había estado a un solo punto de sacar para asegurar su pase a la final tras dos horas y 35 minutos. “Rafa se ha entregado horas después de jugar su partido de semifinales", continuó su alabanza López tras conseguir su segundo trofeo ATP Tour juntos (también Doha 2009). "Le estoy muy agradecido".
Entonces, la respuesta del balear fue inmediata: “Para mí es un placer jugar con Marc. Es un buen amigo y nos entendemos bien. Después de perder un importante partido en individual, esta victoria en el dobles me hace muy feliz. Siempre es bonito ganar un torneo, así que el título es importante para mí y para Marc, por supuesto”.
Diez años después de aquel inolvidable gesto de su compañero de dobles, Marc López desentraña en ATPTour.com los entresijos de aquella experiencia. Sin ranking suficiente para jugar un torneo ATP Masters 1000 -era el No. 88 del mundo- recibió una nueva propuesta de Nadal para jugar en Indian Wells. Fue una apuesta arriesgada, pero ganadora. El riesgo residía en que la condición era viajar a Estados Unidos únicamente para jugar en el desierto californiano, ya que el manacorense no tenía previsto jugar el dobles también en Miami.
“No tenía muy claro mi calendario, porque estaba en un momento de transición en mi carrera y estuve cerca de no ir. Él me dijo que en Miami no jugaría el dobles, así que yo sólo iría a la gira americana para jugar un torneo. No lo tenía claro, pero por suerte pensé bien y está claro que a una oportunidad de jugar con Rafa nunca hay que decir que no. Sólo faltaría”, recuerda ahora el barcelonés con la tranquilidad de saber que tomó la decisión correcta.
Después de salvar un duro estreno en primera ronda frente a Leander Paes y Lukas Dlouhy, terceros favoritos, por 6-4, 3-6, 10-6, no volvieron a dejarse un set por el camino. “Recuerdo que ganar ese primer partido ya me dejó muy contento. Al final, para mí era una sensación única ganar cada partido, porque no había jugado casi en los torneos ATP Masters 1000”, relata.
En segunda ronda derribaron a Feliciano López y Fernando Verdasco, en cuartos de final pudieron con Michael Llodrá y Andy Ram, mientras que en semifinales apenas sufrieron ante Simon Aspelin y Paul Hanley. En la última ronda pusieron el broche frente a los No. 1 del mundo y principales favoritos Daniel Nestor y Nenad Zimonjic, casualmente los mismos rivales a los que habían ganado en su anterior título en Doha un año antes. “Fue mi primer gran torneo. Jugamos auténticos partidazos y la final fue contra los mismos a los que ganamos en la final de Doha. Ahí me cambió todo. Me metí 30 del mundo y pude jugar Miami con otra pareja (Thomaz Bellucci)”.
Fue un torneo especial. Marc no sólo había tenido la oportunidad de ganar junto a un amigo, levantar su primera corona ATP Masters 1000 o asegurarse una plaza en Miami. Fue el empujón definitivo para creer que estaba capacitado para ganar grandes torneos y asentarse en la élite del FedEx Ranking ATP de dobles. “Me acuerdo de que yo no estaba patrocinado por ninguna marca: iba con zapatillas Wilson, polo Babolat… digamos que mi indumentaria no era la de un profesional del tenis de alto nivel, pero lo recuerdo con mucho cariño”.
Aquel sábado Marc confirmó que había tomado la decisión correcta y Rafa que, además de un amigo, tenía al lado a un excelente doblista. “No pensábamos ganar el torneo aquí, así que estamos muy contentos. Disfrutamos mucho jugando juntos, es nuestro segundo título. Probablemente va a ser difícil repetirlo, porque es muy importante”, dijo entonces Nadal sin saber que aún por delante habría tiempo para repetir, aunque ese ya es otro capítulo.
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Fotografía: Getty Images
